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domingo, 12 de julio de 2020

Aproximación a las ideas de libertad en Amartya Sen, Isaiah Berlin y Hannah Arendt. Por: Edgar Cruz*




-Resumen:
El presente escrito es una aproximación al estudio de las ideas de libertad en Amartya Sen, Isaiah Berlin y Hannah Arendt, así como a la idea de totalitarismo expuesta por esta filósofo alemana.
Amartya Sen concibe la libertad a partir de los conceptos de bien-estar, capacidad  y agencia, cuyas distinciones conceptuales surgen a partir de las diferencias existentes entre las personas y las distintas maneras en que estas tienen tanto la libertad de realizarse como el nivel de realización. La idea de libertad en Isaiah Berlin reduce su ámbito a los conceptos de libertad positiva y de libertad negativa a partir de la revisión historiográfica sobre la cual fundamentaría su pensamiento. Se parte aquí de que estas ideas son insuficientes para llegar a una conceptualización de la idea de libertad como forma que represente a las sociedades contemporáneas, por lo que cualquier manera de fijar un objetivo investigativo tendría que tener presente la idea de espacio político concebido por Hannah Arendt. En su opinión, es en el  espacio público, políticamente constituido y no en el espacio privado donde aflora la libertad:”la libertad como hecho demostrable y la política coinciden y se relacionan entre sí como las dos caras de una misma moneda” (Arendt, 2003:235)
Junto a la explicación de estas ideas de libertad se estudia también aquí el pensamiento de Hannah Arendt en relación a su idea de totalitarismo; para lo cual se basa en las características de los movimientos totalitarios desarrollados en la antigua Unión Soviética de Stalin, y en la Alemania de Hitler; en las cuales, la sociedad de masas como alianza entre el populacho y la élite hicieron posible el surgimiento de éste tipo de regímenes caracterizados por el terror.
¿Libertad o totalitarismo?
Palabras clave: libertad, libre albedrío, sociedad contemporánea, totalitarismo, democracia.

          Algunas Ideas sobre la Libertad:

-Amartya Sen:
Libertad como bien-estar, libertad como capacidad, libertad de agencia o libertad instrumental y libertad como control.
En el estudio del pensamiento de Amartya Sen se parte de la hipótesis de que en su concepción sobre la libertad manifiesta pluralidad de interpretaciones: unas veces, la libertad la refiere a la capacidad o haz de posibilidades, otras veces, a la libertad de bien-estar y finalmente a la libertad de agencia o libertad instrumental. Distinciones conceptuales que A. Sen sostiene que resultan de las diferencias existentes entre las personas y las distintas maneras en que éstas tienen la libertad para realizarse y su nivel de realización.
En relación a la libertad de bien-estar, Sen la refiere a la calidad de vida de una persona, condición a la que se llega por medio de los funcionamientos constitutivos de estados y de cosas, tales como: gozar de buena salud, carecer de enfermedades, ser feliz, tener buena alimentación, interrelacionarse socialmente, poseer dignidad, evitar la muerte prematura, etc. Según él: “los funcionamientos son constitutivos del estado de una persona y  la evaluación del bien-estar tiene que consistir en una estimación de esos elementos constitutivos” (A. Sen, 1992:53)
Así pues, si el bien-estar de una persona depende de las interrelaciones entre los funcionamientos alcanzados con la capacidad para funcionar (nivel de bien-estar alcanzado, modo de vida), entonces dice, la capacidad para alcanzar funcionamientos constituye la libertad de la persona, sus oportunidades reales para alcanzar el bien-estar. Libertad esta, que Sen contrapone al de bien-estar alcanzado en ética social y política. Sen considera que estas dos formas del enfoque capacidad difieren de las variables tradicionales empleadas para la evaluación individual y social, realizadas por medio de variables, tales como: bienes elementales, recursos, ingreso real: “Estas variables están relacionadas con los instrumentos para alcanzar el bien-estar y otros objetivos y también pueden considerarse como los medios para la libertad. Por el contrario, los funcionamientos forman parte de los elementos constitutivos del bien-estar” (Sen, 2004:56)
De este modo, A. Sen concibe también  la libertad como la capacidad que poseen las personas para decidir lo que consideran útil para mejorar sus condiciones de vida; ésta libertad consiste en su capacidad para realizarse, el hecho de poder elegir y la garantía de obtención de sus metas: ”La capacidad refleja la libertad para buscar estos elementos constitutivos y puede incluso tener un papel directo en el mismo bien-estar, en la medida en que la decisión y la elección son parte de la vida” (A. Sen, 2004:56)
De tal forma, su idea de libertad se amplía desde la esfera individual a su disfrute por parte de la sociedad, cuyas capacidades individuales difieren entre sí, con niveles de vida diferentes, dependientes de las capacidades físicas, sociales y educativas de las personas; debiendo algunas veces ser implementadas por el Estado hacia los menos favorecidos para el logro de su bien-estar. El enfoque capacidad como funcionamientos personales y capacidades difiere de la evaluación de objetos de bien-estar por: “el ingreso real, la riqueza, la opulencia, los recursos, las libertades o los bienes elementales” (A. Sen, 2004:58) 
Fabiola Vethencourt en su texto “Capacidad e Igualdad”, 2004, afirma que el enfoque capacidad, a diferencia del utilitarismo proporciona tres aspectos: primero, la visión plural de los individuos, en sus diferencias, incluyendo su autonomía, libertad, identidad e individualidad; segundo, trascendiendo el subjetivismo, realiza un análisis objetivo de los niveles sociales; y tercero, por sobre las cosas, considera fundamental el ejercicio de la libertad: “atendiendo al grado de habilidad que poseen los individuos para conseguir los fines o funcionamiento valorados” (Vethencourt, 2004:53)
Sobre la libertad de agencia o libertad instrumental de una persona, A. Sen opina que ésta consiste en su realización como agente para el logro de objetivos o valores que esta considera importantes, aún cuando no estén relacionados con su propio bien-estar: “una persona como agente no tiene porqué guiarse solamente por su propio bien-estar. Los logros de agencia se refieren al éxito de la persona en la búsqueda de la totalidad de sus metas y objetivos” (A. Sen, 2004:71)
Amartya Sen piensa que entre los ejemplos de libertad de agencia, se mencionan los objetivos de una persona por conseguir la independencia de su país, la prosperidad de la comunidad y la eliminación del hambre (A. Sen, 2004:71)
Según Sen, en la libertad de agencia el agente tendría dos posibilidades una el éxito de agencia y otra el éxito de agencia instrumental, ambas dependen del nivel de participación del agente, en la primera el agente no está involucrado directamente en el objetivo dice, por ejemplo la independencia de su país aún cuando esté incluido en sus propios objetivos; en cambio en el segundo caso, en el éxito de agencia instrumental, el agente está directamente involucrado en su logro y en su bien-estar. Según esta concepción, el agente puede ser el Estado, quien debe garantizar la calidad de vida a toda la sociedad; sobre este aspecto, Fabiola Vethencourt es de opinión que: “en el fondo, el objetivo de Sen es brindar una orientación a los gobiernos y organismos no gubernamentales involucrados en el diseño de políticas públicas, que abrace la complejidad teórica y empírica que acompaña el esfuerzo de caracterización de la calidad de vida de la gente”  (F. Vethencourt, 2004:137)
Sen considera al hecho de que una persona disponga del control de sí mismo para conseguir aquello que quiere alcanzar como libertad de control, es decir “la capacidad de una persona de obtener sistemáticamente lo que elegiría, tenga quien tenga el control de las operaciones” (A. Sen, 1972:79)
En la organización social de la sociedad moderna, opina Sen, es difícil crear un sistema en el cual los individuos puedan ejercer el control directamente sobre su propia vida: “la perspectiva de la libertad como control atañe solamente al aspecto instrumental del problema. El centro de atención en este caso se encuentra solamente en que la persona misma sea el verdadero agente para conseguir su realización” (A. Sen, 1992:80)
Sen relaciona directamente la idea de libertad de control con la del éxito obtenido; cita como ejemplos de control operado por otras personas que garantizan la libertad del individuo a: el control de epidemias, el control de la peste, el control de la carestía; así los programas políticos destinados a erradicar este tipo de problemas, en su opinión: “están destinados a dar a la gente lo que ellos querrían, puede verse como un aumento de la libertad real de las personas (A. Sen, 1992:81)
Conclusiones:
- La propuesta de Sen está dirigida a crear mayores niveles de libertad en el individuo a partir del logro del bien-estar, como creación de una caracterización, lo que en opinión de F. Vethencourt: “permita ponderar cuan buena, valiosa, deseable, feliz y libre es la vida que llevamos, más allá de su simple determinación en términos de ingresos, bienes o artículos que se puedan poseer o producir” (Vethencourt, 2004:137)
- La idea de libertad de A. Sen es una crítica al utilitarismo que tiene como meta del bien-estar la adquisición de objetos materiales, cuya posesión define los grados de libertad; y que excluye, según F. Vethencourt: a) “la integridad de las personas… b) las condiciones objetivas de vida que determinan las diferencias sociales de la capacidad de desear y c) la libertad entendida como posibilidad de elegir y alcanzar los fines valorados” (Vethencourt, 2004:152)
-La vinculación del pensamiento de Amartya Sen con el pensamiento libertario ha sido desarrollado por F. Vethencourt en el artículo “Capacidad e igualdad”, como: “otro enfoque igualitario que participa de la discusión contemporánea, cuya exigencia de igualdad elige la libertad como valor y ámbito de evaluación” (Vethencourt, 2004:159)
- Isaiah Berlin: 
Libertad positiva y la libertad negativa.
“Dos conceptos de libertad”, 1958, forma parte del libro Cuatro Ensayos de Libertad de Isaiah Berlin, Alemania 1998, en el cual este filósofo trata sobre la libertad individual. En este texto Berlin explica el significado del concepto de libertad en las ideologías, y su significado  en la historia de las ideas; a partir de los parámetros empleados en la teoría política desarrolla su discurso sobre las diferencias existentes entre la libertad positiva y la libertad negativa, y de las posibles relaciones entre la libertad y las condiciones de libertad.
Berlin es de opinión que en su sentido negativo el concepto de libertad coincide con las palabras freedom o liberty, empleadas en sentido político, así la libertad negativa sería aquella que contesta a la pregunta: “cuál es el ámbito en que el sujeto -una persona o grupo de personas- se le deja o se le debe dejar hacer o ser lo que es capaz de hacer o ser, sin que en ello interfieran otras personas” (Berlin, 1998:220)
Por el contrario, dice Berlin, la idea de libertad positiva se refiere a la respuesta a la pregunta: ”qué o quién es la causa de control o interferencia que puede determinar que alguien haga o sea una cosa u otra” (Berlin, 1998:220)
En opinión de Berlin la libertad negativa, o ¿qué soy libre de hacer o ser?, se refiere a prevenir  la interferencia de los demás, se es libre entonces en la medida en que ningún individuo pueda interferir en la actividad del otro; y cuando eso se hace se dice que el hombre está coaccionado u oprimido:”la coacción implica la intervención deliberada de otros seres humanos dentro del ámbito en que yo podría actuar si no intervinieran” (Berlin, 1998:220)
En su opinión, la coacción de los otros restringiría entonces la libertad política de alguien, frena la libertad en el sentido de interposición de los otros sobre la esfera personal individualizada. Berlin opina que su concepción estaría influenciada por la obra de los filósofos John Locke y Adam Smith, para quienes era importante asegurar la armonía social y el progreso, compatibles con la seguridad y el disfrute de la vida privada, inviolable por el poder o estado, que garantizaría la naturaleza humana: “Toda defensa de las libertades civiles y de los derechos individuales…contra el abuso de la autoridad pública, la hipnotización masiva de las costumbres, o la propaganda organizada, surge de esta concepción individualizada” (Berlin, 1998:227)
La no interferencia en la actividad personal, señala Berlin, estaría  protegida por las leyes y fundamentado en los principios de la no-interferencia: ley natural o derechos naturales, el principio de sutilidad, el contrato social: “libertad en este sentido significa  estar libre de que no interfieran en mi actividad más allá de un límite que es cambiable, pero siempre reconocible” (Berlin, 1998:226)
La idea de libertad negativa en Berlin también hunde sus raíces en el pensamiento de Thomas Hobbes, quién desarrolla esta idea en su escrito “De la libertad de los súbditos”, Leviatán, 1651: “libertad significa, propiamente hablando, la ausencia de oposición (por oposición significo impedimentos externos al movimiento)” (Hobbes, 2006:171)
Siguiendo esta idea en Berlin, Hobbes considera que un hombre es libre en la medida en que es capaz de hacer lo que desea sin conseguir obstáculos que se lo impidan, constituyendo la noción de libre albedrío; libertad que supeditaría la voluntad del hombre a la voluntad de Dios.
Berlin considera que la libertad negativa va unida al hecho de poder elegir entre dos posibilidades, pero estas son insuficientes si para la elección no se toman en cuenta: a) la amplitud de las posibilidades de acción, b) las facilidades o dificultades para su realización, c)  su prioridad en el plan de vida individualizado, d) su factibilidad por la actuación deliberada y e) el valor individual y social que se le atribuyan.
Sobre la libertad positiva: “¿por quién estoy gobernado? ¿quién tiene que decir lo que tengo y lo que no tengo que ser o hacer?, Berlin es de opinión que la libertad positiva deriva de la necesidad de autonomía del hombre, de ser su propio dueño, instrumento de sí mismo, ser un sujeto consciente, racional, de actuar y decidir por cuenta propia: “Sobre todo, quiero ser consciente de mi mismo como ser activo que piensa y que quiere, que tiene responsabilidades de sus propias decisiones y que es capaz de explicarlas en función de sus propias ideas y propósitos” (Berlin,1998:232)
Esta concepción del yo, dice Berlin, debe ser interpretada de varias maneras, una con un yo individual que razona y se emociona, y otra con una concepción del yo identificada con el yo colectivo o social del cual el individuo es parte: “Esta entidad se identifica entonces como el verdadero yo, que imponiendo su única voluntad colectiva u orgánica a sus recalcitrantes miembros logra la suya propia y, por tanto una libertad superior para estos miembros” (Berlin, 1998:233)
La libertad positiva vista de esa manera daría lugar, según Berlin, a formas de coacción a los individuos para elevarlos a algún fin como la justicia o la salud pública, que el Estado asumiría ante la incapacidad de elección del individuo: “que ellos mismos perseguirían, si fueran más cultos, pero que no persiguen porque son ciegos, ignorantes o están corrompidos” (Berlin, 1998:233)
De tal forma, Berlin considera que al poder atribuirle también esta dimensión del yo a la libertad negativa, hace necesario que cualquier concepción de libertad derive de las ideas que se tenga sobre el yo, la persona y el hombre. Ideas sobre el yo en la que al auto-dirigirse se considera el yo como auto-abnegación, hacia el logro de la independencia, y la autor-realización con la auto-identificación con un principio o ideal conducente a la obtención del fin. Berlin asume la existencia del pluralismo con el grado de libertad negativa que lleva consigo, por sobre la libertad positiva de carácter autoritario: “me parece un ideal más verdadero y más humano que los fines de aquellos que buscan en las grandes estructuras autoritarias y disciplinadas el ideal del autodominio positivo de las clases sociales, de los pueblos y de toda la humanidad (Berlin, 1969:279)
-Hannah Arendt: 
La libertad política
Por otra parte Hannah Arendt, en su libro Entre el pasado y el futuro, 1968, concibe la libertad en el espacio político, como hecho de la vida diaria: “Sólo en momentos de crisis o de revolución, la libertad es en rigor la causa de que los hombres vivan juntos en una organización política…La raison d´etre de la política es la libertad y el campo en que se aplica es la acción” (Arendt, 2003:231)
Según esta filosofo el concepto de libertad, presente en toda teoría política, es la antítesis de la libertad interior concebida como espacio interno para la evasión de la coacción y sentirse libre, irrelevante desde el punto de vista político; esta libertad interior: “es derivativa, porque siempre presupone un apartamiento del mundo, lugar en que se niega la libertad, para encontrar refugio en una interioridad a la que nadie más tiene acceso” (Arendt, 2003:232)
Arendt ejerce una crítica a la idea de libertad interior, en el sentido en que piensa que es una condición previa para que el hombre tenga conciencia de su libertad interior el que establezca una relación con el mundo en un espacio público común organizado políticamente: “la libertad como hecho demostrable y la política coinciden y se relacionan entre sí como las dos caras de una misma moneda” (Arendt, 2003:235)
La idea de libertad de Arendt se resuelve en la acción: “los hombres son libres –es decir, algo más que meros poseedores del don de la libertad- mientras actúan, ni antes ni después, porque ser libre y actuar es la misma cosa” (Arendt, 2003:241)
Hannah  Arendt considera que la idea de libertad política es inherente a la del libre albedrío: “A causa del paso de la acción a la fuerza de voluntad, de la libertad como un estado de ser manifestado en el liberum arbitium… se convirtió en soberanía, el ideal de un libre albedrío independiente de los demás” (Arendt, 2003:257)
Conclusiones
Las ideas de Hannah Arendt y de Isaiah Berlin respecto a la libertad no son coincidentes. Los conceptos de libertad positiva y de libertad negativa que Berlin concibe pueden a su parecer, ser puestas en práctica en cualquier sistema social; en cambio afirma Arendt, la idea de libertad política sólo es posible en un sistema democrático que permita la acción. La experiencia política de antes como la de ahora, dice Arendt, no permiten la coincidencia entre política y libertad al verse sustituidas por los totalitarismos.
          -La Idea de Totalitarismo en Hannah Arendt.
En el texto Los orígenes del totalitarismo, Hannah Arendt expone sus ideas en relación con las características de los movimientos totalitarios desarrollados en la antigua Unión Soviética y en la Alemania de Hitler; en su opinión, tanto la sociedad de masas en alianza con la élite y lo que  define como populacho, hicieron posible la eclosión de este tipo de regímenes representativos del terror. Esta filósofo sostiene que los movimientos totalitarios se fundamentan en las masas y no en las clases sociales: “Mientras que todos los grupos políticos dependen de una fuerza proporcionada, los grupos totalitarios dependen de la pura fuerza del número” (Arendt, 2004:389)
Las masas dice, se caracterizan por no poseer algún tipo de conciencia en un interés común y representan la mayoría neutral de un país, indiferentes a los acontecimientos de la política: “el termino de masa se aplica sólo cuando nos referimos a personas que, bien por su número, bien por indiferencia, o por ambos motivos, no pueden ser integradas en ninguna organización basada en el interés común, en los partidos políticos, en la gobernación municipal o en las organizaciones profesionales y los sindicatos” (Arendt, 2004:392)
Arendt sostiene que esa capa de la sociedad, representada por las masas y el populacho, fueron las responsables del surgimiento y auge del movimiento nazi en Alemania, al considerar que la ausencia de anteriores compromisos políticos en ellas, les sometía a la experimentación de esa ideología. Pudiéndose afirmar, junto a Arendt, que dichas masas una vez reafirmadas en la sociedad como representantes de las políticas estatales dieron lugar al terror del totalitarismo y a la ruptura de las clases sociales: “las masas comparten con el populacho solamente una característica, la de que ambas se hallan al margen de todas las ramificaciones sociales y de la representación política normal” (Arendt, 2004:395)
La ruptura del sistema de clases provocado por las masas, dice Arendt, condujo a la supresión del sistema de partidos y al de acabar con todas las esperanzas de restauración del antiguo orden: “la abnegación, en el sentido de que uno mismo no importa, el sentimiento de ser gastable, ya no era la expresión de un idealismo individual, sino un fenómeno de masas” (Arendt, 2004:397)
Entre los motivos de mayor preocupación de Arendt por el surgimiento del totalitarismo está el de la perdida de la individualidad, implícita en esta forma de gobierno con su consecuente desprecio a cualquier forma de reivindicación del sujeto como ser pensante, e insensible a los acontecimientos que le son comunes; Arendt define al hombre masa caracterizado por: “la indiferencia cínica o aburrida frente a la muerte u otras catástrofes personales…y el desprecio general incluso por las normas más obvias del sentido común” (Arendt, 2004:397)
Pero aún más sorpresivo que la perdida de la individualidad en las masas es el apoyo de algunos miembros de la élite hacia esta forma de gobierno, dice Arendt; apoyo que en su opinión se debe a extravagancias artísticas o ingenuidad profesoral. Situación que contrasta con la de los dirigentes totalitarios: “cuyas carreras reproducen las características de los primeros jefes del populacho: fracaso en la vida profesional y social, perversión y desastre en la vida privada” (Arendt, 2004:409)
La coexistencia entre una autoridad dual, Estado-partido, caracteriza a los sistemas totalitarios, duplicación que Arendt considera como uno de los principios de la administración. Esta duplicación de organismos, dice, tiene como fin el desplazamiento del centro real del poder hacia otras organizaciones, sin disolver a aquellos a los que se les ha quitado poder. Así en la Alemania nazi expresa: “las SA eran la verdadera autoridad ostensible; el poder se desplazó después de las SA a las SS y finalmente las SS al Servicio de Seguridad” (Arendt, 2004:492)
El llamado principio del jefe no establece jerarquías en el Estado totalitario debido a que no existen niveles fiables de intervención afirma Arendt; lo que en su opinión en la Alemania nazi hacía que la voluntad del Führer fuese ejecutada en cualquier parte sin identificarse con la jerarquía:
 Al servicio de la Gestapo, Himmler añadió primeramente el Servicio de Seguridad, en un principio una división de las SS y fundado como organismo de policía en el seno del partido…las sucursales regionales de estos dos grandes servicios secretos conservaron sus identidades separadas y cada una informaba directamente a la oficina de Himmler en Berlin (Arendt, 2004:498)
La ausencia de conspiraciones y de revoluciones internas caracteriza a los sistemas totalitarios, y esto se debe a la extinción de las camarillas y al aislamiento de los individuos por parte del gobierno, afirma Arendt. Además, en su opinión, la ideología de los movimientos totalitarios es la de la dominación global, el estado se dirige a la conquista mundial y la policía secreta es la ejecutora del experimento: “si no persiguen como objetivo último la dominación global, lo más probable es que pierdan todo tipo de poder que se haya conquistado” (Arendt, 2004:482)
Continua explicando Arendt, que al afán de dominación global de los sistemas totalitarios se le suma la política exterior que en tal sentido ponen en práctica, consideran que no hay países extranjeros sino que estos representan su territorio potencial. Una manera de intervención hacia las políticas de otros países lo constituye la exportación de cuestiones como la solución final de los judíos, dice. Así las normas de dominación totalitaria, explica, se fundamentaron en la Alemania nazi bajo la ideología racial totalitaria:
     La solución de la cuestión judía en la preguerra fue el relevante producto de exportación de la Alemania nazi: la expulsión de los judíos llevo una importante porción de nazismo a otros países; obligando a los judíos a dejar el Reich sin pasaporte y sin dinero, la leyenda del judío errante quedaba hecha realidad…los nazis habían creado el pretexto para tomar un apasionado interés por la política interna en todas las naciones (Arendt, 2004:508)
-Referencias bibliográficas:
-Arendt, H. (2003) Entre el pasado y el futuro. Barcelona, España: Ediciones Península
-Arendt, H. (2004) Los orígenes del totalitarismo. México: Taurus-Santillana Ediciones Generales
-Berlin, I. (1998) Cuatro Ensayos sobre la Libertad. Madrid: Alianza Editorial
-Hobbes, Th. (2006) Leviatán. México: Fondo de Cultura Económica.
-Rawls, J. (2002) Teoría de la Justicia. México: Fondo de Cultura Económica
-Sen, A. (2004) Nuevo examen de la Desigualdad. Madrid, España: Alianza Editorial
-Vethencourt, F. (2004) “Capacidad e Igualdad”. En: Revista Episteme N·24, julio-diciembre. Caracas: Facultad de Humanidades y Educación. Universidad Central de Venezuela.

*Edgar Cruz
Arquitecto UCV; Postgrado en Teoría y Crítica del Arte y la Arquitectura, en ETSAB - Universidad Politécnica de Cataluña; MSc. en Filosofía de las Ciencias Humanas, UCV; Doctor en Arquitectura, UCV; Posdoctor CIPOST, UCV. Línea de Investigación: Interpretación Crítica del Arte y la Arquitectura Contemporánea en Alemania, CIPOST-FACES, UCV. Profesor Titular y Maestro Honorario, UNEARTE.  
Email: edcruzart@gmail.com 
-Créditos de la fotografía de la Gaviota,: <a href="https://www.freepik.es/fotos/azul">Foto de Azul creado por bearfotos - www.freepik.es</a>  bajada de Internet el día 12 de julio de 2020

1 comentario:

  1. Antes de adentrarnos en la publicación de escritos sobre el arte y la arquitectura de hoy,he creído pertinente exponer las ideas que sobre la libertad han sido tratadas en su obra por los filósofos Amartya Sen, Isaiah Berlin y Hannah Arendt. Ideas estas de libertad, que expresan nuestro anhelo actual y representan el zeitgeist o espíritu de la época. Así pues, también el arte contemporáneo y actual reflejan el ideal de libertad tanto del artista creador como el de la sociedad en la cual eclosiona la obra de arte.

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